Protocolos de higiene y seguridad en radiología dental

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La radiología dental es una herramienta indispensable en el diagnóstico, planificación de tratamientos y seguimiento de patologías en la cavidad oral. Su capacidad para revelar estructuras anatómicas invisibles a simple vista permite a los profesionales de la odontología ofrecer una atención más precisa y segura. Sin embargo, el uso de radiación ionizante y el contacto directo con pacientes implican riesgos que deben ser gestionados de manera rigurosa. En este contexto, los protocolos de higiene y seguridad en radiología dental no son solo una formalidad; son la base sobre la que se construye una práctica clínica responsable, protegiendo tanto a los pacientes como al personal de la clínica.

La implementación de protocolos estrictos es una obligación ética y legal. En España, la normativa vigente, como el Real Decreto 1085/2009, establece directrices claras para la protección radiológica. Estos protocolos no solo minimizan los riesgos biológicos y físicos asociados a la exposición, sino que también garantizan un entorno aséptico que previene la transmisión de infecciones cruzadas. Desde la desinfección de equipos hasta el uso de barreras de protección, cada paso está diseñado para salvaguardar la salud de todos los implicados en el proceso.

El objetivo de este post es profundizar en los protocolos de higiene y seguridad en radiología dental, desglosando las medidas esenciales que todo profesional debe conocer y aplicar.

Protección radiológica: minimizando la exposición

La exposición a la radiación ionizante es la principal preocupación en la radiología dental. Aunque las dosis utilizadas en los equipos modernos son bajas, la exposición acumulada puede tener efectos nocivos. Por ello, la protección radiológica se rige por tres principios fundamentales:

  • Justificación: Toda exposición a la radiación debe estar justificada. Esto significa que la realización de una radiografía solo debe llevarse a cabo cuando el beneficio diagnóstico para el paciente supera el riesgo inherente a la exposición. Las exploraciones rutinarias sin una indicación clínica clara deben evitarse.
  • Optimización (Principio ALARA): El principio ALARA (As Low As Reasonably Achievable, tan bajo como sea razonablemente posible) es la piedra angular de la protección radiológica. Su objetivo es mantener las dosis de radiación tan bajas como sea posible, sin comprometer la calidad del diagnóstico. Esto se logra mediante el uso de equipos modernos con sensores digitales de alta sensibilidad y el uso de colimadores para restringir el haz de radiación a la zona de interés.
  • Limitación de dosis: Se establecen límites de dosis para garantizar que la exposición de los profesionales no supere los niveles seguros. Para los profesionales, se establecen límites anuales que no deben ser superados.

Además de estos principios, se deben aplicar medidas de protección concretas:

  • Protección personal del paciente: El uso de un delantal plomado o chaleco plomado es obligatorio para proteger las gónadas y otras partes del cuerpo sensibles a la radiación dispersa. Esta medida de precaución es una práctica estándar que refuerza la seguridad y la confianza del paciente.
  • Protección del operador: El personal que realiza las radiografías debe mantenerse a una distancia segura del tubo de rayos X, idealmente detrás de una barrera plomada o a una distancia mínima de dos metros. El uso de dosímetros personales es fundamental para monitorizar la dosis de radiación recibida por el personal y asegurar que no se superen los límites establecidos.
  • Mantenimiento y calibración de equipos: Los equipos de radiología deben ser sometidos a un mantenimiento periódico y a calibraciones para asegurar que funcionan correctamente y emiten la dosis justa. Un equipo mal calibrado puede emitir una dosis mayor de la necesaria, aumentando el riesgo para el paciente y el operador.

Control de infecciones en radiología dental: un escudo contra los patógenos

Más allá de la protección radiológica, la radiología dental también presenta un riesgo de transmisión de infecciones cruzadas. El contacto con la saliva y la sangre del paciente, especialmente a través de los sensores o películas intraorales, puede ser una vía para la propagación de patógenos. Por ello, los protocolos de higiene y seguridad en radiología dental deben incluir un riguroso control de infecciones.

Preparación del área y el paciente

Antes de iniciar cualquier procedimiento, es crucial preparar el entorno de manera adecuada. La higiene de manos es la primera y más importante medida. Las superficies de los equipos de radiología, como el tubo, el cabezal y el panel de control, deben ser cubiertas con barreras desechables. El operador debe usar equipo de protección personal (EPP), como guantes, mascarilla y gafas de protección.

Durante el procedimiento radiológico

El riesgo de contaminación es máximo durante la toma de la radiografía. Los sensores o películas intraorales deben ser manipulados con guantes y se deben utilizar cubiertas de plástico desechables. El uso de posicionadores radiográficos es una práctica recomendada para evitar que el operador tenga que sujetar la película o el sensor con los dedos en la boca del paciente, reduciendo el riesgo de contaminación y la exposición a la radiación.

Después del procedimiento: limpieza y desinfección

Una vez finalizado, la correcta limpieza y desinfección son cruciales. Los materiales de un solo uso, como guantes y barreras plásticas, deben ser desechados inmediatamente. Todas las superficies que hayan podido estar en contacto con el paciente o con el operador deben ser desinfectadas con productos específicos de uso hospitalario. Los posicionadores y cualquier otro instrumento reutilizable deben ser esterilizados en un autoclave o mediante métodos de esterilización en frío.

Gestión de residuos y seguridad en el entorno de trabajo

Un plan integral de protocolos de higiene y seguridad en radiología dental debe abordar también la gestión de residuos y la seguridad general del entorno.

Gestión de residuos radiológicos

Los residuos generados en radiología dental, como productos químicos de revelado de radiografía convencional y el plomo de las películas, deben ser gestionados por empresas autorizadas, que se encargan de su recogida y tratamiento adecuado.

Seguridad del entorno de trabajo

El área de trabajo debe mantenerse limpia y ordenada en todo momento. La zona de radiología debe estar claramente señalizada, indicando la presencia de radiación. Todos los protocolos de seguridad e higiene deben estar documentados y accesibles para todo el personal. Es fundamental que todos los miembros del equipo estén debidamente capacitados y familiarizados con estos protocolos.

Auditorías y supervisión de protocolos

La implementación de los protocolos de higiene y seguridad en radiología dental es un proceso continuo que requiere supervisión y auditoría constantes. El responsable de la protección radiológica o el director de la clínica debe realizar auditorías internas periódicas para verificar el cumplimiento de los protocolos. Las autoridades sanitarias y los organismos reguladores también realizan inspecciones externas para asegurar el cumplimiento de la normativa.

La constante supervisión y mejora de los protocolos de seguridad no solo garantizan el cumplimiento de la normativa, sino que también fomentan una cultura de seguridad en la clínica, donde cada miembro del equipo es consciente de su responsabilidad en la protección de la salud de los pacientes y de sus compañeros.

Conclusión: la seguridad como sello de calidad profesional

Los protocolos de higiene y seguridad en radiología dental son la columna vertebral de una práctica odontológica de excelencia. Su correcta aplicación va más allá del simple cumplimiento de la normativa; se trata de un compromiso ético con la salud y el bienestar de los pacientes y del personal. La protección radiológica, el control de infecciones, la gestión de residuos y la seguridad en el entorno de trabajo son aspectos interconectados que, cuando se abordan de manera integral, crean un ambiente clínico seguro y profesional.

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