Errores frecuentes en radiología dental y cómo evitarlos
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La radiología dental es una herramienta fundamental en el diagnóstico y tratamiento de patologías bucodentales. Sin embargo, su correcta aplicación requiere precisión técnica y un conocimiento profundo de los protocolos de trabajo.
En este artículo analizaremos los errores frecuentes en radiología dental, sus consecuencias y, lo más importante, las estrategias prácticas para evitarlos. Cometer fallos en la práctica radiológica puede afectar negativamente tanto al diagnóstico como a la seguridad del paciente. Estos errores pueden deberse a fallos técnicos, de posicionamiento, de interpretación o incluso a la falta de medidas adecuadas de protección radiológica.

La importancia de la radiología dental
Las radiografías dentales constituyen un recurso diagnóstico de gran valor clínico. Entre sus principales aplicaciones destacan:
- La detección temprana de caries y lesiones incipientes.
- La identificación de procesos infecciosos en raíces y hueso alveolar.
- La planificación de tratamientos de ortodoncia, cirugía e implantología.
- El seguimiento de la evolución de diferentes patologías.
Pero para que la radiología dental cumpla su función diagnóstica, es imprescindible que las imágenes obtenidas sean de calidad y que el profesional sepa interpretarlas adecuadamente.
Errores frecuentes en radiología dental
A continuación, se presentan los fallos más habituales en radiología dental, organizados en diferentes categorías.
Errores técnicos
Los problemas técnicos son una de las principales causas de imágenes defectuosas. Algunos de los más comunes son:
- Exposición incorrecta: parámetros de kilovoltaje (kV), miliamperaje (mA) o tiempo mal ajustados generan imágenes demasiado oscuras (sobreexpuestas) o demasiado claras (subexpuestas).
- Uso de sensores o películas defectuosas: en radiología digital, los sensores dañados producen imágenes borrosas; en analógica, las películas caducadas o mal almacenadas afectan a la nitidez.
- Procesado inadecuado: en técnicas analógicas, un revelado incorrecto (baños químicos agotados o tiempos mal aplicados) altera la calidad de la imagen.
Cómo evitarlos:
- Ajustar siempre los parámetros de exposición a las características del paciente.
- Revisar periódicamente el estado de sensores, equipos y películas.
- Cumplir los protocolos de mantenimiento y calibración de los aparatos.
Errores de posicionamiento

El posicionamiento correcto del paciente y del haz radiográfico es fundamental. Los errores más habituales incluyen:
- Angulación incorrecta: provoca imágenes alargadas, acortadas o distorsionadas.
- Mala colocación del paciente: la falta de alineación de la cabeza o los movimientos durante la exposición afectan a la nitidez.
- Centrado inadecuado del haz: puede cortar áreas de interés y dejar fuera zonas diagnósticas importantes.
Cómo evitarlos:
- Usar posicionadores radiográficos para asegurar la correcta orientación.
- Explicar al paciente la necesidad de permanecer inmóvil durante el procedimiento.
- Verificar el centrado del haz antes de la exposición.
Errores en la interpretación
Una radiografía técnicamente correcta pierde valor si no se interpreta adecuadamente. Entre los fallos más habituales encontramos:
- Confusión con estructuras anatómicas: como interpretar la línea oblicua externa como una lesión.
- Ignorar lesiones incipientes: caries muy pequeñas o fracturas discretas pueden pasar desapercibidas.
- Diagnóstico aislado de la imagen: basarse solo en la radiografía sin correlacionarla con la exploración clínica y la historia del paciente.
Cómo evitarlos:
- Seguir un protocolo de lectura sistemática de radiografías.
- Complementar la interpretación con la información clínica disponible.
- Reforzar el estudio de anatomía radiográfica dental.
Errores de seguridad radiológica
La protección frente a la radiación es un principio básico en radiología. Algunos de los errores más frecuentes son:
- No usar protectores plomados: como delantales o collares tiroideos.
- Repeticiones innecesarias de pruebas: por fallos en la primera toma.
- Radiografías sin justificación clínica: realizar pruebas por rutina, sin necesidad diagnóstica real.
Cómo evitarlos:
- Aplicar siempre el principio ALARA (mantener la dosis lo más baja posible).
- Justificar cada exploración en base a criterios clínicos.
- Mantenerse actualizado en normativa y protocolos de radioprotección.
Consecuencias de los errores en radiología dental

Los errores en este ámbito pueden tener múltiples repercusiones:
- Para el paciente: mayor exposición a radiación, retrasos en el diagnóstico y tratamientos inadecuados.
- Para el profesional: pérdida de tiempo, menor confianza de los pacientes y posibles sanciones si se incumplen normas de seguridad.
- Para el proceso clínico: necesidad de repetir pruebas, incremento de costes y resultados menos fiables.
Estrategias para reducir los errores en radiología dental
Evitar los errores frecuentes en radiología dental requiere combinar conocimientos técnicos, habilidades prácticas y responsabilidad en la protección radiológica. Algunas estrategias útiles son:
Formación y actualización constante
La radiología es un campo en evolución. La digitalización y la incorporación de técnicas como la tomografía computarizada de haz cónico (CBCT) hacen necesaria la formación continua.
Protocolos de trabajo claros
El uso de guías paso a paso disminuye los errores en el proceso. Establecer rutinas de comprobación ayuda a minimizar fallos.
Práctica y simulación
La práctica supervisada y el uso de simuladores digitales fortalecen la seguridad y la precisión antes de enfrentarse a pacientes reales.
Análisis sistemático de imágenes
Adoptar un método de lectura estructurado evita que se pasen por alto detalles clínicos importantes.
Errores frecuentes en radiología digital vs. analógica

Con la coexistencia de ambas técnicas, conviene diferenciar los fallos más habituales:
- Radiología analógica: problemas en el revelado, manipulación inadecuada de películas o contaminación de los líquidos de procesado.
- Radiología digital: errores en el manejo de software, calibración deficiente de monitores o almacenamiento incorrecto de las imágenes.
Consejo práctico: la digitalización ha reducido algunos errores tradicionales, pero ha generado nuevos desafíos relacionados con la gestión y la interpretación digital de imágenes.
Buenas prácticas en radiología dental
Además de evitar errores, conviene adoptar medidas preventivas que refuercen la calidad y seguridad en cada exploración radiológica:
- Mantener equipos calibrados y en buen estado.
- Respetar los tiempos de mantenimiento y limpieza de sensores y placas.
- Formar al equipo de trabajo en seguridad radiológica.
- Revisar cada imagen antes de darla por válida para el diagnóstico.
En definitiva, los errores frecuentes en radiología dental son evitables si se cuenta con la formación adecuada, se aplican protocolos de trabajo precisos y se prioriza siempre la seguridad del paciente. Una radiografía bien realizada y correctamente interpretada marca la diferencia entre un diagnóstico acertado y un fallo clínico que comprometa la salud bucodental.
La calidad en radiología no depende únicamente de la tecnología utilizada, sino del conocimiento y la destreza del profesional que la ejecuta. Invertir en formación continua y en la mejora de competencias es clave para garantizar diagnósticos fiables y seguros.
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