Radiología en pediatría: cómo garantizar la seguridad del paciente
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La radiología en pediatría es un área fundamental de la medicina que permite la obtención de imágenes para diagnosticar diversas condiciones y enfermedades en los niños. Sin embargo, dado que los niños son más sensibles a la radiación, garantizar su seguridad durante los procedimientos radiológicos se convierte en una prioridad. Este artículo explora las mejores prácticas, protocolos y medidas necesarias para asegurar la seguridad de los pacientes pediátricos durante los estudios radiológicos, destacando la importancia de la correcta formación del personal y el uso de tecnología adecuada.

La radiología pediátrica ha experimentado avances significativos en las últimas décadas, permitiendo diagnósticos más rápidos y precisos. No obstante, la exposición a la radiación sigue siendo una preocupación en el tratamiento de los niños. Los niños tienen una mayor susceptibilidad a los efectos adversos de la radiación debido a su mayor tasa de crecimiento y desarrollo celular. Por ello, es fundamental que los profesionales encargados de realizar las exploraciones radiológicas, como los técnicos en radiología, adopten un enfoque especializado y seguro para realizar estos procedimientos.
En este contexto, se deben aplicar protocolos estrictos y adaptados a las necesidades y características de los pacientes pediátricos. La seguridad debe ser siempre lo primero, desde la selección del tipo de examen hasta el cuidado en el uso de equipos radiológicos. A lo largo de este artículo, analizaremos cómo garantizar la seguridad en la radiología pediátrica y las estrategias empleadas para minimizar los riesgos asociados.
Importancia de la seguridad en radiología pediátrica
La radiología en pediatría es una herramienta invaluable para el diagnóstico, pero, como se mencionó anteriormente, los niños son más sensibles a la radiación, lo que eleva los riesgos de efectos secundarios. La exposición a radiación innecesaria puede aumentar el riesgo de cáncer y afectar el desarrollo del tejido a largo plazo. Además, los órganos en desarrollo, como los pulmones, los riñones y el cerebro, son más susceptibles a los daños causados por la radiación.
En la radiología pediátrica, es esencial que los profesionales minimicen la cantidad de radiación a la que los niños están expuestos, sin comprometer la calidad de las imágenes necesarias para un diagnóstico preciso. Esto implica un enfoque cuidadoso y consciente por parte de los técnicos y médicos.
Principales riesgos asociados a la radiación en niños
Los riesgos asociados a la exposición a la radiación son bien conocidos, y en los niños, los efectos pueden ser más graves debido a su mayor susceptibilidad. Algunos de los principales riesgos incluyen:
- Incremento en la probabilidad de cáncer: La exposición a radiación ionizante aumenta el riesgo de cáncer en el futuro, particularmente de leucemia, tumores cerebrales y cáncer de tiroides.
- Daño en el ADN: La radiación puede alterar el ADN en las células, lo que puede llevar a mutaciones genéticas y alterar el desarrollo normal.
- Efectos a largo plazo en el crecimiento: La radiación puede afectar los órganos en desarrollo y puede tener efectos duraderos en la salud de los niños.
Es esencial que los profesionales que realizan radiografías en niños comprendan estos riesgos y tomen las precauciones necesarias para minimizarlos.
Estrategias para garantizar la seguridad del paciente pediátrico en radiología
Para garantizar la seguridad en la radiología en pediatría, es fundamental implementar una serie de estrategias y buenas prácticas que no solo reduzcan la exposición a la radiación, sino que también aseguren que el examen sea realizado de manera efectiva y eficiente.
Aplicación del principio de ALARA (As Low As Reasonably Achievable)

El principio de ALARA es una estrategia clave en la radiología pediátrica. Este principio establece que la cantidad de radiación utilizada debe ser la mínima necesaria para obtener una imagen de calidad diagnóstica adecuada. La implementación de este principio incluye:
- Selección adecuada de la técnica radiológica: El tipo de exploración debe estar bien indicado. No se debe recurrir a radiografía a menos que sea absolutamente necesario.
- Reducción de la dosis de radiación: Utilizando la menor cantidad de energía posible mientras se mantiene la calidad diagnóstica de la imagen.
- Optimización de la imagen: Asegurando que la calidad de la imagen sea suficiente para el diagnóstico, pero sin usar una radiación excesiva.
Ajuste del equipo radiológico para niños
Es crucial que los equipos de radiología estén ajustados de acuerdo con el tamaño y la edad del niño. Los equipos modernos permiten la personalización de los parámetros según las necesidades de cada paciente, de modo que se pueda reducir la dosis sin comprometer la claridad de la imagen.
- Modificación de la energía del rayo X: Los parámetros de energía deben ser ajustados para niños de diferentes edades, ya que los niños pequeños requieren menos energía para obtener la misma calidad de imagen.
- Uso de técnicas de imagen alternativas: En algunos casos, se pueden utilizar técnicas no basadas en radiación, como la resonancia magnética (RM) o la ecografía, que son más seguras para los niños.
Entrenamiento y especialización del personal
El personal que realiza las exploraciones radiológicas en niños debe estar debidamente formado y especializado. Los técnicos de radiología deben estar al tanto de las diferencias entre los adultos y los niños en cuanto a la sensibilidad a la radiación y deben tener conocimientos específicos sobre cómo manejar a los pacientes pediátricos.
La formación continua en radiología pediátrica es esencial para mantenerse actualizado sobre las mejores prácticas, las nuevas tecnologías y los protocolos de seguridad. Además, el personal debe ser capaz de comunicar de manera efectiva con los padres y cuidadores del niño, explicando el procedimiento y asegurándose de que el niño esté cómodo y tranquilo durante el examen.
Evaluación del riesgo-beneficio
Es importante realizar una evaluación del riesgo-beneficio antes de realizar cualquier tipo de radiografía en niños. Si los beneficios de realizar el estudio superan el riesgo de exposición a la radiación, el examen debe llevarse a cabo. En situaciones donde no sea urgente, los médicos deben considerar si la exploración radiológica es realmente necesaria, o si existen alternativas menos invasivas y sin radiación.
Innovaciones tecnológicas en radiología pediátrica

La tecnología ha avanzado significativamente en el campo de la radiología en pediatría, lo que ha permitido mejorar la seguridad de los pacientes y la calidad de las imágenes. Algunas de las innovaciones más destacadas incluyen:
- Equipos de rayos X digitales: Estos equipos proporcionan imágenes de mayor calidad con una menor dosis de radiación.
- Tomografía computarizada (TC) de baja dosis: Las nuevas técnicas de TC utilizan algoritmos avanzados para reducir la radiación necesaria para obtener imágenes detalladas.
- Radiología portátil: La radiología portátil se está utilizando cada vez más en situaciones de emergencia y en unidades de cuidados intensivos pediátricos, permitiendo la toma de imágenes sin necesidad de mover al paciente.
La radiología en pediatría es una herramienta esencial en el diagnóstico médico de niños, pero siempre debe llevarse a cabo con un enfoque de seguridad. Minimizar la exposición a la radiación es crucial para proteger la salud de los niños y prevenir posibles efectos adversos a largo plazo. Los avances tecnológicos y la aplicación rigurosa del principio ALARA son esenciales para garantizar una atención segura y efectiva.
El personal de radiología debe estar especialmente capacitado para trabajar con pacientes pediátricos, y los procedimientos deben ser ajustados a las necesidades específicas de cada niño. A través de la formación continua, la implementación de tecnologías avanzadas y el compromiso con la seguridad, podemos ofrecer un cuidado óptimo sin comprometer la salud de los pequeños.
